Recorriendo Corea: Islas Dokdo & Ulleungdo

Dokdo es una de esas zonas polémicas e históricamente importantes y a su vez, muy fascinante de visitar por lo difícil que es llegar hasta ella. Geográficamente se encuentra en medio de Corea y Japón, y es uno de los tantos problemas históricos entre ambos países. Para la gente que no está muy familiarizada con la historia entre estos países, en forma breve, las relaciones siempre han sido tensas (política y culturalmente) debido a que Corea fue invadida por los japoneses durante 35 años (años en los que cometieron muchas atrocidades contra el pueblo coreano) hasta que Japón se riendiera en la Segunda Guerra Mundial y dejara la península. Por eso Dokdo es un problema sensible que revive la enemistad y nacionalismo de cada parte.

Las islas llevan en disputa territorial por muchos años, y por lo mismo, hace años que el gobierno coreano y organizaciones están haciendo esfuerzos de difusión sobre la soberanía coreana sobre la isla. En este mismo contexto es que tuve la oportunidad de visitar las islas como representante de Chile, junto a otros 100 extranjeros de todo el mundo. Y no les miento, si no hubiese recibido esta invitación, quizás jamás hubiese podido visitarla porque ir a Dokdo es ridículamente dificil y caro. Debido a que es una isla remota en médio del mar del este se necesitan al menos 9 horas para poder llegar.  Desde Seúl al puerto Mukho son 4 horas, del puerto a la isla Ulleungdo (parada obligatoria si quieren llegar a Dokdo) son otras tres horas y desde Ulleungdo son otras 2 horas en ferry. Con esta travesía no es de sorprender que muy pocos coreanos, y extranjeros, se plateen realmente la posibilidad de visitar las islas (visitas que sólo se permiten desde el año 2005, antes estaba prohibido).

El viaje para mi se me hizo bastante duro incluso tomando medicina para el mareo. El oleaje era terrible y tuvimos que soportarlo por 6 horas. Y después de todo ese viaje sólo te permiten visitar una de las islas (en verdad Dokdo consiste de dos grandes islotes) y recorrer el puerto por al rededor de 20 a 30 minutos. ¡Sí! ¡un viaje tan largo para estar 30 minutos! Pero para mi valió absolutamente la pena. Me sentí muy afortunada porque jamás en la vida pensé que iba a poder poner un pie en Dokdo. Mi corazón explorador estaba en éxtasis. Imagínense yo, una extranjera del otro lado del mundo pisando un lugar cargado de tanta historia y que desde su apertura al público sólo ha recibido 2 millones de visitas (en 13 años).

Lo más increíble para mi fue descubrir la historial actual de la isla. Sus habitantes consisten tan solo de una pareja de ancianos, y al rededor de 40 personas incluyendo agentes de seguridad que van rotando, trabajadores administrativos y tres faroleros. La isla no cuenta con electricidad ni sistema de agua. Pero así viven sus residentes como una forma de marcar presencia coreana en la isla. Lo más curioso es que el clima de la isla tan inhóspito que solo es posible vivir en la isla menos de la mitad del año, pero ahí siguen febrilmente marcando presencia.

Hasta este punto, la pregunta que todo el mundo se debe estar haciendo es qué cresta tiene la isla que provoca tanta disputa y fervor. El gobierno coreano suele decir que su defensa se debe a las intenciones de Japón por declarar la zona marítima al rededor de la isla como zona económica exclusiva. Otros argumentos incluyen la posible existencia de reservas de gas (aunque Corea defiende que los recursos de la isla no van a ser explotados), la posición geopolitica estratégica, y sobretodo un asunto de deuda histórica (que le duele al pueblo coreano).

Y aunque lo más atractivo es el valor histórico de Dokdo, también tuve la suerte de visitar Ulleungdo, que en mi opinión es uno de los lugares más hermosos que he visto en Corea con su geografía única propia de una isla volcánica.

Para más información de cómo visitar la isla de forma independiente visitar aquí.

¿Alguién más se ánima a la travesía de visitar esta isla coreana tan curiosa? 🙂


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